Pide a tus amigos, familia o compañeros que escriban sus deseos para el próximo año en una tarjeta o papel especial y los cuelguen en su árbol navideño, en el frigorífico de casa, el espejo del baño o cualquier rincón donde puedan recordarlos todos los días.
El objetivo es crear un ritual único y personal que los motive a seguir soñando. No hay un lugar equivocado para colgar un deseo; lo importante es que esté cerca y sea visible, para que les inspire a dar pasos hacia sus metas.
Y si compartes esta idea con otros, también estarás creando momentos únicos. Intercambia deseos con amigos o proponlo como una actividad en casa o el trabajo. ¡Una pequeña tradición que crea grandes lazos!
Deja que la magia de los deseos te acompañe durante estas fiestas.