Enviar una postal escrita a mano destaca por su valor emocional. Es un recordatorio tangible de que alguien dedicó tiempo a pensar en la persona que la recibe. Más allá de las pantallas, este gesto conecta de forma más profunda y significativa.
Elige una postal especial: Puede ser comprada, hecha a mano o creada con una foto significativa.
Escribe un mensaje sincero: Incluye un recuerdo compartido, buenos deseos o palabras que inspiren.
Envía tu postal: Utiliza el correo tradicional para sorprender con algo físico y único.
El problema es que ya no conocemos nuestras direcciones postales…. ¡A ver cómo te apañas para conseguirla sin levantar sospechas!